¿Tienes la capacidad de saberlo todo?

sabelotodoEra de los que  creía que todo lo sabia, que nadie me echaba cuento, que me las sabia todas, que mi malicia indígena estaba por los cielos, pero no estaba mas equivoca, y tu, ¿Piensas que todo lo sabes? Quizás se deba a que aun eres muy joven, o no has aprendido nada de la vida 🙂

Cuando empiezas a tener tus experiencias, a aprender de tus errores y de los demás, cuando comienzas a resolver los problemas tu solo te vas dando cuenta que cometías un gran error al pensar lo que pensabas, no todo lo podemos resolver fácilmente ni tampoco podemos resolverlo todo nosotros solos y mucho menos tener la solución a todos los problemas.

Si eres de los que piensa que todo lo puedes, estas muy equivocado y solo te quedan dos caminos: uno es escuchar los consejos de las personas que te aman (tus padres, familiares y amigos), haciendo esto estoy seguro que aprenderás mas cosas y te darás menos golpes en la vida, nosotros nunca podemos ir un paso adelante de nuestra vida porque es primera vez que la vivimos, pero seguramente si escuchamos las experiencias de los demás caminaremos guiados por el camino y así seguro llegaremos más rápido de lo que creemos.

El otro camino que podemos elegir es el de los lamentos :D, el dolor, el del ¡ay ay ay!, en este camino la frase «si yo lo hubiera sabido» es muy común. Con este elección seguramente puedes alcanzar lo que te propones pero lo harás cuando viejo. No digo que no nos arriesguemos a hacer cosas, pero si que escuchemos consejos, que nos dejemos guiar, aprende a hablar pero primero aprende a escuchar, siempre habrá alguien que ya ha pasado por lo que tu estas pasando, o por lo menos una situación parecida de la que podrás sacar provecho, lo mejor de todo es que quien sabe que la vida es de golpes siempre estará dispuesto a darte un buen consejo.

No juzgues sin conocer, por tu bien, por mi bien, por nuestro bien

j1Se que el juzgar es algo que ya viene programado en nuestro cerebro, todo lo juzgamos, juzgamos a las personas, los objetos y hasta la comida. No digo que este mal, hacer juicios de las cosas esta bien, con lo que no estoy de acuerdo es con los prejuicios y menos si con las personas.

Nunca he estado de acuerdo con la dichosa frase “la primera impresión es la que cuenta”, eso es mentira y nada mas que una mentira, bueno, la primera impresión es la que cuenta si también será la última, sino, no vale para nada. Muchas veces nos dejamos llevar de cómo se ven las cosas por fuera, y no miramos mas allá o no esperamos a conocer un poco mas. Puedo contar una anécdota personal en donde un amigo se compró un computador muy bonito y a bajo precio, llegó alardeando de su adquisición, pero cuando lo prendimos, era la cosa mas mala que había visto en mi vida, jajajaj, era muy lento, no era compatible con ningún driver y era un poco obsoleto.

Cuando conocemos a alguien, lo mejor, es dejar el beneficio de la duda, ya sea para bien o para mal, porque no crean que cuando digo que no juzguemos sin conocer es siempre para mal, también en muchas ocasiones es para bien, pero luego nos estrellamos. Le ocurrió a una amiga que conoció a una persona, bien vestida, hablado guajiro, cantante 🙂 , a primera vista ella dijo: ESTE ES EL HOMBRE DE MI VIDA!!! … pero luego, pufff, vaya estrellón que se llevó, resultó siendo uno de los mas que tuvo que besar en la búsqueda de su príncipe azul, jejejeje, amiga lo siento pero es que fue mi mejor ejemplo, jajajaja. Entonces, primero debemos conocer para luego juzgar, ya sea para bien o para mal.

Siempre debemos contar con opinión externas y preferiblemente objetivas. Hablando hace unos días con un amigo mencionó una frase que me quedó sonando mucho, “a casi todo, cuando le desprendes los sentimientos y lo miras de forma objetiva se convierte en mierda” , bueno, no lo dijo exactamente así pero así lo recuerdo, jajajaj… las opiniones que son objetivas son muy difíciles de dar y de encontrar, pero son las mejores para ver las cosas con claridad y no llevarnos sorpresas, si crees que algo es muy bueno piensa mal de ello, y si ves que algo es muy malo piensa bien de ello, así quizás consigas dar con el punto de equilibrio.

Debemos tener la mente abierta para saber que todas las personas son diferentes, por ello, visten diferentes, piensan diferentes, tienen gustos diferentes… etc. Ahora, una cosa es tener la mente abierta para ver y entender a las personas y otra cosa es pensar que debido a que “el mundo es moderno” debo aceptar ciertas cosas que no son correctas… porque si es así prefiero quedarme enchapado a la antigua. 🙂

Por último, no quiero pre-juzgarlos 😀 y quiero pensar es que todos vamos a cambiar nuestra forma de pensar y de ver a primera vista cualquier persona, es algo esencial para crear relaciones solidas y vitales, además que nos sirve para encontrar y aprovechar oportunidades y tomar excelentes decisiones en la vida.

Y tu… ¿Cuánto vales?

Si algo he aprendido en esta vida es que las personas no tienen precio, bueno hay sus excepciones 🙂 , pero en general, no lo tienen. Lo que si tienen es un gran valor y depende de quien lo valore.

El valor no lo da el dinero que gana ni los bienes que tiene, no lo da el país de donde eres, da igual si eres Americano, Europeo, Asiático, Africano u Oceánico, para darle verdadero valor a una persona nada de eso importa. No puedes valorar a alguien a la primera impresión… dicen muchos que «la primera impresión cuenta» pero eso es algo muy falso, a menos que solo veas a esa persona una sola vez en la vida, pero de resto hay que sostener esa primera impresión.

Cada persona tiene un valor diferente dependiendo de quien la valora, por ejemplo es diferente el valor que te dan todos tus amigos del que te dan tus padres, tu novi@ o espos@, tus hijos, tus familiares y hasta tu empresa… lo que si es seguro es que debes cultivar ese valor que te dan, para que día a día seas mas y mejor valorado.

No valores a las personas por lo que bienes o el dinero que tienen o por el que te dan, sino por lo que son capaces de hacer por ti. Por ejemplo a nuestros padres se debe valorar como nada en este mundo, ellos siempre están dispuestos a hacer cualquier cosa por ti, lo peor es que no es para siempre, uno nunca sabe cuando dejarán de estar allí para seguirte dando pero de lo que siempre puedes estar seguro es que harían lo que fuera por ti.

Yo por ejemplo tuve mis primeros zapatos de marca hace apenas unos escasos 3 meses, pero nunca me hizo falta nada, soy de las pocas personas en el mundo que siento que lo he tenido todo. Fui feliz cuando niño y fui feliz cuando adolescente, porque mis padres todo me lo dieron. Soy feliz ahora porque gracias a las enseñanzas que ellos me dieron se que todo lo tengo, nada me falta, se que todo lo tendré porque aprendí a valorar las cosas que tengo.

Ahora, tu, ¿Lo tienes todo? o eres de esos que valoras a tu padre por lo que te da, ¿Estas esperando que todo te lo de?… Si es así, nunca estarás completo, siempre te hará falta algo en la vida. Sencillamente porque no sabes valorar lo que tienes y mucho menos sabes valorar a las personas.

Hablando de mentiras…

¿Cuantas veces mientes al día? Al menos una, seguro.

Mentir es el acto que hacemos cuando decimos algo que sabemos no es cierto o no lo es parcialmente, lo que conlleva a si decimos algo que no es cierto o si solo decimos la verdad a medias; de igual forma estamos mintiendo.

Mentimos al decir «ya voy en camino» cuando en realidad apenas vamos saliendo, mentimos al no contestar el teléfono celular a propósito; pues estamos haciendo creer a alguien que no sentimos la llamada, algunos mienten a los hijos al decirles que viene el coco o la mano peluda o personajes falsos, mentimos cuando vamos al medico y le decimos que nos tomamos todas las pastillas pero en realidad solo las tomamos el primer día… son un sin fin de mentiras que se hacen a diario y no nos percatamos de ellas porque son «normales».

Las anteriores son mentiras, si, pero por ese hecho de que las consideramos «normales» no quiero entrar en polémica y hablar de eso ya que todo lo que escribo aquí repercute en mi vida diaria, pero si quiero hablar de esas «grandes» mentiras, quiero hablar del ARTE DE MENTIR.

Mentir es un arte, ¿Arte? ¿Por qué? si, arte, porque toda arte genera sentimientos, por quien las dice y a quienes afectan. Para mentir se necesita ser inteligente, creativo, cuidadoso, tener muy buena memoria, pero sobre todo, tener muchos pantalones… si te falta alguna de esas cinco cualidades mejor no mientas, será un total fracaso.

Necesita ser inteligente para saber en cuales ocasiones debes mentir, puesto que mentir en ocasiones donde todos o alguien sabe la verdad te pondrá en una total ridicules y perdida de confianza, confianza que nunca nadie debió darte. Además que el abuso de la mentira puede hacerte vivir la historia de Pedro y el Lobo, donde al final, de tanto que se miente nadie te cree nada.

Como toda arte, la creatividad es esencial, el mentir conlleva a crear historias, historias creíbles, historias que envuelvan, que no dejen ningún eslabón suelto que permita generar dudas, historias que aveces son creadas en pocos minutos, pocos segundos, historias creadas instantáneamente .

Como dicen en Salgar, el pueblo que me vio nacer: «Para decir mentiras al igual que para comer pescado, debes tener mucho cuidado», nada mas cierto, no puedes dejar eslabones sueltos, si alguien sabe la verdad; tarde o temprano te delatará, debe dar respuestas rápidamente, de lo contrario dará cabida a la duda. Debes saber controlar tus emociones, controlar tu cuerpo; evitar que te suden las manos, que se te acelere el corazón, en conclusión: ser un super humano 🙂 jodido!

La razón por la que yo prefiero no mentir es porque tengo mala, pero muy mala memoria, y creo que aquí ya no es cuestión de aprender sino que algunos nacemos con buena y otros con mala memoria. Para ser mentiroso debes tener este gran don bien afinado, necesitas recordar cada detalle de la mentira que dices, todos los hechos, en conclusión recordar siempre la misma historia, y si le van saliendo mas patas al gato deberás recordar en que posición salen, porque dos versiones de la misma historia evidencia mentira en una de ellas 🙂 otra vez: muy jodido. Ademas, esta comprobado científicamente que es mucho mas fácil recordar hechos reales (verdades) que hechos ficticios (mentiras).

Lo que mas odio de los mentirosos es que son unos desgraciados, son personas que tienen muchos cojones para mentir a sus compañeros, amigos, familiares, padre y madre, deben tener muchos pantalones para hacer eso y esta como si nada, ademas de que un mentiroso mentiroso nunca reconoce su mentira aunque lo hayan delatado o desenmascarado, siempre sostiene su mentira aunque se evidencie lo contrario.

Mi consejo para ti, si eres mentiroso y según tu no lo puedes cambiar es que te inventes historias lo mas parecido a la realidad, que al final simplemente dices que fue una mala interpretación 🙂 esto solo te sirve una vez, porque no te vas a pasar toda la vida mal interpretando 😀

He escrito este artículo porque se reconocer un mentiroso, me los conozco a perfección, me los huelo a distancia, pero sobre todo lo he escrito porque soy el eslabón suelto de una mentira, y desafortunadamente por la mentira me falta la buena memoria y los pantalones para sostener algo así.

Estoy hasta los huevos de mentiras y mentirosos, el hablar falso, los chismes, perjudicar a los demás con palabras, son puñales que hieren y generan un efecto mariposa para nuestras vidas, como dicen: de lo que siembras, recogerás. Seguro que si tomamos conciencia del daño que hacemos a los demás e incluso a nosotros mismos con las mentiras dejaríamos de hacerlo. Además esta demostrado que se requiere menos esfuerzo para decir la verdad que para decir mentiras. Mentir cuesta, es un arte que requiere de mucho esfuerzo.

¿Debo pedir un aumento de sueldo?

En un libro que he leído han puesto una historia muy interesante, la escritora del libro no conoce el autor de la historia, yo estuve buscando por internet el autor y tampoco lo encontré así que alguien sabe o el autor reconoce su historia que por favor me escriba y le hacemos saber a la escritora para que le haga referencia en la segunda edición del libro o en este blog 🙂

¿Cuál es la diferencia entre hacer las cosas y hacerlas bien?

Jesús trabajaba en una empresa desde hacían 5 años, nunca había sido amonestado, y cumplía su trabajo con normalidad. Cierto día, entró a la oficina del Gerente para hacerle un reclamo:

– Señor: trabajo en la empresa desde hace 5 años, pero siento que no he sido tomado en cuenta para las promociones y ascensos. Mi compañero Ramón ingresó hace sólo 1 año y ya ha sido promovido a Supervisor.

El Gerente, con cierta preocupación, le dijo:

– Jesús, antes de responderte a tu pregunta, quisiera que me ayudes a resolver un pequeño problema: quiero dar fruta en el almuerzo. En calle hay un camión que vende frutas, y que se para siempre al frente. Averigua si tienen frutas frescas.

Jesús se esmeró en cumplir la tarea, y a los 5 minutos estaba de regreso.

– Señor: tienen naranjas para la venta.

– Y ¿cuánto cuestan?

– Disculpe. No pregunté.

– No importa. ¿Vistes si había suficientes naranjas para darles a todos acá en la oficina?

– No me di cuenta. Y tampoco pregunté.

– ¿Hay alguna otra fruta, por si hay personas que no comen naranja?

– No lo sé, señor. Pero creo que…

– Siéntate un momento, Jesús.

El Gerente tomó el intercomunicador y le encargó a Ramón, el compañero de Jesús, la misma tarea. A los 10 minutos llegó Ramón.

– Bien Ramón, ¿Qué noticia me traes?

– Señor, en este momento están vendiendo naranjas, las suficientes para atender a todo el personal, pero si prefiere, en media hora van a buscar melones y mangos. Aquí tiene la lista de los precios de cada fruta, y me dicen que si compramos en grandes cantidades, nos darán un buen descuento. Dejé apartadas las naranjas, pero si usted escoge otra fruta, debo regresar para rectificar el pedido.

– Muchas gracias, Ramón.

Entonces se dirigió a Jesús, que aún seguía allí, y le dijo:

– Disculpa Jesús, ¿En qué estábamos?

– En nada señor. Con su permiso…